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Acción Directa en el Parlamento |
La vía Parlamentarias es Estratégicamente errónea por dos razones fundamentales:
Problema del tiempo de reacción
Desde el punto de vista de la política institucional debes seguir los cauces adecuados: debes presentar el problema a la instancia adecuada y esperar ser representado por la persona correcta, para ello requieres de su cooperación u obstrucción.
Si coopera debes atender a los tiempos de resolución y a la burocracia. El problema más simple, recogida de basuras, alumbrado, puede llevar meses hasta su resolución.
Si el interlocutor no coopera deberás interponer uno o esperar que venga otro. Para acelerar en un par de años las cosas puedes presionar hasta las elecciones, encontrar otro interlocutor, formar con él un grupo y después de a lo mejor varios años puede que llegues a una solución.
La cuestión se complica si el responsable del problema es un ente privado que da un servicio público. Aún más si es una gran empresa.
En todo esto esto el problema sin solucionar y los costes añadidos en cada interlocución.
Es así como se puede pasar de un problema de ratas en un solar abandonado, alumbrado, basuras o servicios sanitarios a una obra faraónica que tarda décadas en ser solucionada.
Desde un punto de vista popular, si tienes un problema lo solucionas: organizas una asamblea de afectados, designas delegados, localizas a los responsables públicos o privados, presentas las peticiones, presionas y negocias hasta conseguir una solución satisfactoria. Esto es Acción Directa. Es estúpidamente simple y su eficacia es tal que es sistemáticamente reprimida.
Esta es la diferencia entre acción directa y acción diferida.
Problema del cambio sin cambio: Estamento único
Quien piense que lo parlamentos actuales fueron el resultado de revoluciones se equivoca en gran parte.
Es cierto que la constitución de los estados modernos surge en el SXVIII a partir de los tres estamentos y parlamentos feudales. Estos estaban divididos entre nobles, clero y pueblo. Pero la representación popular fue ACAPARADA desde la aparición de los burgos en el SXIV por caciques y mercaderes, conocidos como burgueses. Los burgueses consiguieron el poder económico y se negaron a pagar impuesto, estallando las revoluciones, que por su puesto ganaron. Todos los estamentos quedaron adscritos al Estamento único dominado por los burgueses.
Los parlamentos se mantuvieron, y se reformaron para no cambiar, siendo la plataforma coordinadora de dichos burgueses. Si bien eliminaron los privilegios estamentales no fue así con las propiedades. La sociedad se dividió en clases según su poder adquisitivo. La lucha por el sufragio enfrentó desde un principio a las clases medias y altas. La lucha por la subsistencia enfrentó a los trabajadores desposeídos de medios propios con los burgueses. ¿Cuántos trabajadores no políticos no burgueses han tenido acceso al mismo? ¿Y cuál a sido su incidencia? Esa es la situación actual.
Las Leyes romanas
Al seguir los cauces legales e institucionales se aplica una normativa secular creada por nobles, potentados, bancos y empresarios. Ni si quiera los peores años de la dictadura, república o democracia, la promulgación de las Constituciones, la intervención de reyes, terratenientes o caciques lograron cambiar ciertas leyes anteriores enquistadas en el código civil y penal provenientes del derecho romano. ¿Alguien pretende realmente cambiar la situación social con tales barreras? Aunque se reformen la Constitución o Leyes Orgánicas los códigos y reglamentos seguirán activos y mantenidos por las Oligarquías locales, detentoras del poder económico. El cambio legal es cualitativo. Hacer el reset legal supone una revolución que los partidarios del parlamento no están dispuestos a llevar a cavo.
La vía socialista: parlamento
Aunque socialistas y comunistas, partidarios de la intervención del estado, representantes de una vía moderada, tienen una militancia mixta social y política, parlamento y calle, la acción parlamentaria frena definitivamente la acción popular mediante la promesa de cambios sin represión, debilitando su estructura social y su influencia política. Esto se refleja en toda la sociedad. Nos perjudica a todos!
La vía popular: Federaciones libremente asociadas
Por otro lado el establecimiento de Federaciones libremente asociadas supone la asunción de compromisos recíprocos entre iguales al margen de los intereses políticos y económicos particulares. A partir de ahí toda norma es aceptada libremente y susceptible de ser cambiada. Tan fácil como crear una asamblea y coordinarse con el resto de asambleas. El poder social se ejerce desde abajo. Un gran reset social.
Como última reflexión solo pensar en el tiempo perdido por los nacionalistas en sus infames palacios de mandarines mientras que las distintas regiones podrían haber gozado de su ansiada autonomía, independencia, libertad, hace décadas solo si hubiesen mantenido la presión en la calle. Esta es una falta de interés premeditada. Los políticos solo retrasan las opciones soberanistas mientras derivan fondos a sus empresas. Nacionalistas, os han vuelto a tomar el pelo.
No hay más opciones, Organízate!